Precio Fijo o Precio Indexado

Una tarifa con precio fijo, significa que durante el periodo de contrato firmado con la comercializadora en cuestión, este precio no variará. Puede ser que tengas un único precio durante todo el día, o que tengas diferentes precios en función del tramo horario, pero en ambos casos, este precio ‘pactado’ se mantendrá estable y sin variaciones durante la vigencia del contrato.

En una tarifa con precio indexado el cliente abonará la energía consumida al mismo precio al que la comercializadora la compra en el Mercado Ibérico de Electricidad (OMIE) más el margen operativo o el incremento que cada comercializadora desee aplicar en sus tarifas indexadas.

El OMIE es el operador de mercado eléctrico designado para la gestión del mercado diario e intradiario de electricidad en la Península Ibérica. Este establece un precio por cada hora del día. A partir de las 20:15h, sabemos cuál será el precio del día siguiente.

Existen dos modalidades de tarifas indexadas:

 · Pass through:

El cliente abona tanto el precio de la energía comprada por la comercializadora como el de todos los costes que se generan. Esto implica alto grado de volatilidad, donde el precio de la energía puede oscilar notablemente.

 · Pass pool:

El único concepto variable al que el cliente tiene que hacer frente es al del precio de la energía. El resto de conceptos tendrán un importe prefijado por la comercializadora. Aquí se reduce la volatilidad, por lo que el cliente tendrá cierta seguridad.

Una característica importante de las tarifas con precio indexado es que eliminan las primas de riesgo que suelen incluirse en los contratos de precio fijo para proteger a las compañías eléctricas en caso de fluctuaciones en el mercado energético.

Normalmente, las horas más económicas son las primeras del día y las horas nocturnas. Si la actividad económica principal de la empresa se puede desarrollar en las horas más económicas, es otro factor a consideran a la hora de elegir una indexada o un precio fijo.

La Principal ventaja de la tarifa indexada es que las comercializadoras no asumen riesgo, y esto les permite no tener que aplicar incrementos especulativos y primas de riesgo. Y la principal desventaja es la volatilidad del mercado energético, ya que el precio de la luz puede aumentar considerablemente debido diferentes factores como la estacionalidad, clima desfavorable o picos de demanda. Lo que supone un cierto riesgo para el cliente, otra desventaja es que la comprensión de la factura de luz puede resultar más complicada.

Algunas comercializadoras ofrecen a sus clientes coberturas financieras para reducir el riesgo asociado a las tarifas con precio indexado. Estas coberturas, detalladas en el contrato de electricidad, establecen un precio fijo por una compra a futuros para la energía consumida durante un período específico. Conocida como ‘cierre’, la cobertura financiera brinda mayor seguridad al usuario al garantizar que el importe de su factura de energía esté preestablecido.

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